17 de enero de 2006

Indisoluble

Hace días que no me atrevía a escribir nada. Las cosas que salían de mi cabeza no eran como para publicarlas o lanzarlas a los 4 vientos... y, bueno...realmente no se si esto que escribo ahora tendrá sentido alguno o será algo que se pueda leer sin más...


Es raro, extraño, insólito, infrecuente, ambiguo, confuso, turbio, enigmático, anómalo, inaudito, inverosímil, chocante…

Los días pasan (y yo sin reloj) mientras el frío se adueña de nuestras caras y manos, dejándolas de un intenso color morado. El viento sopla del sur y los recuerdos se tornan sombríos, distantes, palpables, cercanos, abstractos, superfluos e imprescindibles, todo y nada a la vez y vuelta a empezar.

Yo, inmóvil, pasivo, dejado, (suspiro) distante, expresivo, cercano, afectivo y a veces, necesitado de mucho y de nada en el mismo momento… en el que creo verte detrás de aquella esquina, dentro de alguna tienda o esperando, sentada, en cualquier banco.

Aroma, perfume, fragancia, la esencia, aquel bálsamo o tan solo un olor… que me hizo, por un instante, intervalo, momento, segundo, soplo o suspiro…acordarme de ti.

Cerré los ojos, te imaginé durante un minuto y seguí mi camino…


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ardiel, has sido elegido, pásate por mi blog , un beso.

Anónimo dijo...

Es curioso como un olor nos puede traer tantos recuerdos.

Un beso fuerte.

Elena Martín dijo...

Me alegra leerte de nuevo, tiene sentido lo que escribes, tal vez el significado varíe de unos ojos a otros, pero sigue teniendo sentido, sentimiento...
Besos

Anónimo dijo...

Es raro, extraño, insólito, infrecuente, ambiguo, confuso, turbio, enigmático, anómalo, inaudito, inverosímil, chocante... y da gusto leerlo
Abrazos Ardiel.

Elendaewen dijo...

Aromas... me gusta esa palabra, me da n poco de calidez bajo esta nieve.
Un abrazo