5 de diciembre de 2005

En un segundo...


El suceso ocurrió un poco antes de las 5:00, yo salía del "Dojo",( frecuentada discoteca capitalina que se encuentra justo en esa misma calle, a 30 metros de la clínica Perpetuo Socorro), y mis ojos contaron: 9 coches de policía, 2 de bomberos, 2 ambulancias y cientos de personas agolpadas en la acera contraria al hecho. Los bomberos (7 u 8, no los conté) intentaban darle la vuelta a un coche destrozado que quedaba con las ruedas mirando al cielo... Tras el debate de, "qué habrá pasado" me acerco a curiosear e indagar... una pareja hablaba:

- uuufff.. que chungo, los pobres pibes...

les interrumpo - qué pasó? algo chungo?

- (ella) joer! el coche dió 5 vueltas de campana y se llevó por delante a 2 chicos.... y.... uno de ellos... no creo que....

- (el) ....tenía la cabeza abierta... mira enfrente...

vuelvo la cabeza y en la entrada a un portal habia mucho papel en el suelo y un tremendo charco de algo rojizo que no dejaba ver parte de los azulejos... Ostras!! grité...

así se acabo la noche...con un silencio tremendo de camino a casa y pensando... ¿hasta qué punto somos dueños de nuestra vida? ... cómo pueden cambiar las cosas en nada, en un simple segundo...



5 comentarios:

Elena Martín dijo...

Siempre que suceden desgracias así me replanteo TODO, en ese tremendo e impotente silencio. Me parece injusto, el "azar", lo inoportuno...La vida y al rato la muerte, o la "suerte" de seguir vivo. Accidentes que se han llevado a personas cercanas, sin motivo, sin avisar. Injusto. Pero aún somos dueños, en cierta medida, del rumbo que lleve nuestra vida.

Un beso Ardiel

Elendaewen dijo...

En un segundo...
...lo que está en nuestras manos es en lo que tenemos que pensar y cuidar, porque de lo demás, vendrá o no vendrá, antes o después, no es elección nuestra.
Un abrazo.

PD: de vuelta en casa, me alegró escucharte

Marguita dijo...

Mi madre siempre dice que no te pegues a nada que puedas perder en un naufragio, aun busco que es ese algo, mientras lo consigo, intento no cambiar la vida de nadie, a menos que no sea para intentar mejorarla.
Un besazo

Anónimo dijo...

Cualquier suceso y tragedia te corta la respiración. Pensamos que a cualquiera le puede ocurrir, que a nosotros también nos puede pasar. Es por eso que hay que reivindicar siempre la sonrisa a la vida...en un segundo como dices, no es arrebatada.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Yo tuve un segundo que pensé que era mi último segundo. Afortunadamente pude ver el segundo siguiente y muchos más. Ese segundo hace que veas de manera distinta todos los millones y millones de segundos que supuestamente vendrán.
"Cada segundo es nacer nuevamente,
cada segundo se puede cambiar,
cada segundo es morir de repente
cada segundo es volver a empezar.

Preciosa canción Ardiel.